jueves, 3 de abril de 2008

El infranegocio de la moda

Cada día es más común que todo el mundo vista jerséis de la marca Lacoste, Tommy Hilfinger o lleve bolsos de firmas tan prestigiosas como Carolina Herrera o Tous. Pero, ¿realmente todo el mundo tiene el nivel económico para acceder a estas compras, con el elevado coste que implica? La respuesta a esta pregunta es no. La realidad actual es otra. Son muchas las falsificaciones que se venden en cualquier esquina de una ciudad, en cualquier puesto de un mercadillo o en el paseo marítimo por el que todos hemos paseado alguna vez cuando vamos de vacaciones.
Estas falsificaciones implican varios perjuicios para las empresas o dueños de la marca. Por un lado la "vulgarización" de esa marca que estando ya situada en un lugar de prestigio pasa a igualarse a marcas mas "de calle", marcas como Zara o C&A. Esto implica perdida de clientes y la no exclusividad de la prenda o complemento que en realidad se ve multiplicado por las calles. Otro factor que perjudica en este aspecto, son las pérdidas económicas. Estas perdidas con tanto por las ventas que se pierden como por no cobrar los derechos que implican registrar una marca.



Debido a todo esto tuvo lugar la reforma del Código Penal en esta materia, donde se plasma que serán delitos que se pueden perseguir de oficio, es decir, que no hace falta que el perjudicado (dueño de la marca) denuncie, para que pueda detenerse o realizar una operación contra los autores de este delito. Estos aspectos se recogen en los artículos 273 hasta el 277 de la Ley Orgánica que regula dichas falsificaciones.

Además, en los últimos tiempos se han llevado a cabo varias detenciones y se han destapado varias mafias de falsificadores. Lo que sucede en estos casos es que unos pocos se enriquecen mientras unos cuantos (en su mayoría inmigrantes sin papeles) son explotados y les toca correr para huir de la Policía. Añadir que, en muchas ocasiones, el perjudicado llega a ser el pequeño comerciante que adquiere estas falsificaciones creyéndolas verdaderas y que cuando se descubre que no lo son pierden ventas y el dinero invertido en ellas. Para ver alguna de las noticias relacionadas a este tema mostramos los siguientes vínculos:


Ahora bien, sabiendo que los compradores no están castigados por adquirirlos, sino que sólo es ilegal tanto la falsificación como la venta, son muchas las personas que piensas que si no quieren que se compren, que se bajen los precios. Esto es debido a que si se muestra una "misma" prenda pero una de ellas tiene un precio desorbitado, todo el mundo querrá adquirir la barata. Pero, ¿realmente lo que se compra es el bolso o el jersey por lo bonito que es y lo bien que queda, o por querer aparentar lo que no se es? Esta es la pregunta que muchos deberían hacerse, porque ¿merece la pena aparentar mientras se contribuye a la formación de mafias y la realización de ilícito penal? Sólo podemos decir que no importa lo que se lleve, sino cómo se lleve.

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